Cuando William Hayden Schuck entró a la cárcel de San Diego en 2021, su familia nunca imaginó que saldría en un ataúd. Tres años después, el Condado de San Diego aprobó un acuerdo de 1.6 millones de dólares con sus familiares, en respuesta a una demanda por negligencia médica tras su fallecimiento mientras se encontraba bajo custodia.
Negligencia médica y aislamiento agravaron su condición
La historia del joven, revela una dolorosa realidad: una comunidad hispana que sigue enfrentando vulnerabilidades dentro del sistema penitenciario. Había sido detenido por posesión de metanfetamina, pero su salud mental y física se deterioraron rápidamente en la cárcel. Pese a múltiples solicitudes de atención médica por vómitos, escalofríos y debilidad, los registros indican que sus síntomas fueron minimizados por el personal.
En lugar de recibir atención adecuada, fue aislado en una celda por 36 horas. Al momento de que finalmente fue evaluado por un médico, ya no tenía signos vitales. La autopsia reveló que murió por una falla multiorgánica causada por una neumonía bacteriana no tratada.
Este caso se suma a otros similares en el Condado, donde desde 2022 se han registrado más de 30 muertes en instalaciones carcelarias, provocando señalamientos sobre una “crisis de salud pública” dentro de los centros de detención.
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