Cuando las llaves se secan en casa, no solo falta agua. Falta tranquilidad. Esta semana, miles de habitantes de Rosarito, Baja California, vivieron esa realidad luego de una falla en el sistema de bombeo 24 de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT). El desperfecto dejó sin suministro a siete colonias: Real de Rosarito, Ladrillera, Independencia, Constitución, Machado Norte, Machado Sur y Reforma.
La avería se registró el lunes 3 de noviembre, lo que provocó que la red de distribución quedara completamente fuera de operación. Las autoridades informaron que el equipo eléctrico presentó una falla técnica que paralizó el bombeo de agua potable, afectando a cientos de familias. Personal técnico ya trabaja en su reparación, con previsión de restablecimiento completo en los próximos días.
Desabasto de agua en Rosarito pone en jaque a familias
Esta situación no es un caso aislado. Rosarito, como muchas otras zonas del norte de México, enfrenta una infraestructura hidráulica presionada por el crecimiento urbano y los efectos del cambio climático. La región depende en gran parte del acueducto Río Colorado-Tijuana, cuyo funcionamiento exige una maquinaria compleja y vulnerable a fallas técnicas como la ocurrida.
Además, el desabasto de agua impacta directamente en la vida diaria: desde tareas domésticas hasta el funcionamiento de comercios. En un contexto donde la disponibilidad del recurso es cada vez más incierta, estas interrupciones reavivan el debate sobre la necesidad de invertir en sistemas sostenibles, mantenimiento preventivo y educación ciudadana sobre el uso responsable del agua.
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