Las lluvias que azotaron Estados Unidos este fin de semana mostraron la fuerza impredecible del clima en la costa del Pacífico. En California, el impacto se sintió desde San Diego hasta Monterey, donde comunidades enteras enfrentaron un temporal que dejó pérdidas humanas y un operativo urgente de búsqueda.
El estado registró oleajes peligrosos, inundaciones repentinas y alertas meteorológicas que recordaron la fragilidad de zonas costeras y montañosas. En Garrapata State Park, en Monterrey, una familia quedó atrapada ante olas de hasta veinte pies que arrastraron a una niña de cinco años hacia el océano.
El padre, identificado como Yuji Hu, intentó rescatarla sin éxito. Fue sacado del agua por un salvavidas fuera de servicio y declarado muerto más tarde en un hospital. La madre también fue arrastrada, pero logró volver a tierra con ayuda. Además, Asimismo, otra víctima mortal se registró en Sutter County, donde un hombre de 71 años quedó atrapado cuando su automóvil fue arrastrado por un arroyo desbordado.
Lluvias y riesgos en zonas costeras y montañosas
Las precipitaciones más intensas se concentraron en Santa Bárbara y Ventura, con totales que superaron ocho pulgadas en zonas de montaña. También el aeropuerto de San Diego acumuló casi una pulgada, una cifra significativa a semanas del invierno meteorológico. Del mismo modo, las autoridades emitieron avisos para la Sierra Nevada, donde nevadas de hasta dieciséis pulgadas complicaron rutas de montaña.
Por otro lado, los efectos del temporal también alcanzaron áreas con cicatrices de incendios recientes. Funcionarios de Los Ángeles advirtieron sobre flujos de escombros en Altadena y Pacific Palisades, donde se mantuvieron órdenes y advertencias de evacuación.
Efectos en el sur de California
En consecuencia, varios caminos resultaron anegados, como Malibu Canyon Road y zonas en Ventura, mientras servicios de emergencia pidieron evitar traslados no esenciales. También la Guardia Costera y equipos locales mantienen la búsqueda activa de la menor desaparecida, mientras las condiciones del mar siguen siendo peligrosas.
En San Diego, el nivel de lluvia registrado equivale a más del diez por ciento del promedio anual, un indicador del volumen caído en pocas horas.






