Con estructuras modulares, conexión a cámaras de videovigilancia y presencia policial permanente, Tijuana avanza en su estrategia de seguridad ciudadana. La inauguración de las primeras unidades preventivas móviles marca un giro significativo en la forma en que la ciudad enfrenta la delincuencia en espacios públicos, particularmente en zonas de alta incidencia como El Florido y la avenida Revolución.
Este proyecto, liderado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal, representa una innovación en el modelo de vigilancia. Las cabinas están diseñadas no solo para la supervisión policial, sino también como puntos de atención ciudadana. Funcionan como nodos conectados al Centro de Control y Monitoreo C2, lo que permite respuesta inmediata ante cualquier incidencia captada por las cámaras de seguridad.
Seguridad y percepción ciudadana van de la mano
La inversión inicial para estas estructuras fue de 4 millones de pesos, y la meta del gobierno local es colocar un total de 25 unidades en puntos estratégicos de la ciudad antes de finalizar el año. Este tipo de acciones responde a la necesidad de generar entornos seguros sin militarizar el espacio público, lo que resulta especialmente relevante en contextos urbanos de alta densidad y actividad comercial.
Por otro lado, la población ha comenzado a percibir estos módulos como una forma efectiva de recuperación del espacio urbano. Comerciantes de la avenida Revolución aseguran que su presencia ha reducido el vandalismo y los robos menores, fortaleciendo el flujo turístico y la percepción de seguridad en una de las zonas más emblemáticas de Tijuana.
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