Vivir junto al mar en California suele asociarse con altos costos, pero un nuevo informe revela que aún existen destinos accesibles donde la calidad de vida se combina con el atractivo costero. Estas ciudades ofrecen un balance entre comunidad, naturaleza y oportunidades, convirtiéndose en opciones estratégicas para quienes buscan establecerse en la costa oeste de Estados Unidos.
Entre los lugares destacados están Crescent City y Eureka, en el norte del estado, donde los precios de vivienda se mantienen por debajo del promedio estatal y la conexión con la naturaleza es directa. Además, en ciudades como Ventura y Oxnard, cercanas a Los Ángeles, el acceso a servicios y empleo convive con una vida junto al mar más asequible que en Santa Mónica o Malibu.
Oportunidades en las ciudades de playa más asequibles
La asequibilidad de estas zonas no solo atrae a residentes, también impulsa nuevas dinámicas en turismo, gastronomía y emprendimiento local. Al mantener costos competitivos, estas ciudades generan un entorno fértil para negocios emergentes que encuentran en el flujo de visitantes una base sólida.
Del mismo modo, la diversidad cultural fortalece el tejido comunitario. En Crescent City, por ejemplo, la cercanía con parques nacionales potencia un turismo ecológico en crecimiento. Asimismo, Ventura se consolida como un punto clave para la innovación en servicios ligados al bienestar y estilo de vida saludable.
California, entre accesibilidad y calidad de vida
La investigación publicada en septiembre posiciona a estas ciudades como ejemplos de equilibrio. Mientras el promedio estatal de vivienda supera los 700 mil dólares, en Eureka la media ronda los 380 mil. Estos datos confirman que aún es posible acceder a la vida costera sin los costos desmedidos de otras zonas icónicas.