La aplicación de políticas migratorias en Estados Unidos volvió a impactar al sector del transporte. Autoridades federales arrestaron a decenas de conductores comerciales durante operativos realizados en California, en un contexto marcado por la revisión y revocación de licencias emitidas a personas inmigrantes.
Agentes de Aduanas y Protección Fronteriza y del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas detuvieron a 87 conductores con licencias comerciales en distintas acciones enfocadas en el sur de California. Las detenciones ocurrieron en carreteras interestatales, puntos de control migratorio y empresas de transporte durante varias semanas recientes.
Además, una parte significativa de los arrestos se concentró en el condado de Riverside, donde agentes del sector El Centro interceptaron a operadores de camiones de carga pesada. La mayoría de los detenidos contaba con licencias emitidas en California, aunque también se identificaron documentos expedidos en otros estados.
Licencias bajo revisión y operativos coordinados
Las autoridades federales informaron que los conductores provenían de múltiples países y operaban vehículos comerciales al momento de los arrestos. Los operativos coincidieron con el anuncio de California sobre la revocación de miles de licencias comerciales tras detectar extensiones de vigencia que superaban el estatus migratorio autorizado.
Por otro lado, una operación adicional en los condados de San Bernardino y Riverside se enfocó directamente en empresas de transporte. Esa acción, coordinada entre agencias federales, derivó en nuevas detenciones y reforzó la supervisión sobre el sector logístico regional.
Asimismo, el tema escaló al ámbito político nacional. Funcionarios federales cuestionaron públicamente la emisión de licencias, mientras el gobierno estatal rechazó las acusaciones y sostuvo que los conductores contaban con presencia legal y autorización laboral al momento de recibir sus documentos.
Debate político y efectos en el transporte
El intercambio de declaraciones evidenció tensiones entre autoridades estatales y federales sobre la responsabilidad en la emisión y supervisión de licencias. El estado defendió su actuación y atribuyó los cambios a nuevas exigencias federales aplicadas con posterioridad.
Las agencias federales señalaron que los operativos continuarán como parte de una estrategia más amplia de control interior. En California, el sector del transporte enfrenta ahora un escenario de mayor fiscalización, con impactos directos en empresas, trabajadores y cadenas de suministro.






