En el sur de California, donde la frontera se siente tan cercana como la esperanza de una vida mejor, San Diego marca un nuevo paso hacia la justicia social. El estado de California ha otorgado 32.4 millones de dólares al condado como parte de la fase tres del programa Homekey, con el objetivo de ampliar el acceso a viviendas para personas en situación de calle o en riesgo de perder su hogar.
Esta inversión permitirá la reconversión de instalaciones existentes en espacios habitables dignos y seguros. Se trata de dos proyectos prioritarios: Hillcrest Topaz, con 24.6 millones para transformar un antiguo hotel en 107 unidades de vivienda, y PATH Villas, con 7.8 millones para la construcción de 40 unidades permanentes en El Cerrito. Ambos desarrollos se enfocan en atender a quienes más lo necesitan, incluyendo adultos mayores, personas con discapacidades y sobrevivientes de violencia doméstica.
Fondos Homekey: más que vivienda, una apuesta por la dignidad
Además, el enfoque de Homekey no se limita a entregar un techo. Incluye servicios integrales como atención médica, apoyo psicológico y acompañamiento laboral, claves para reconstruir trayectorias de vida con dignidad y estabilidad. Este modelo es replicado por ciudades que enfrentan desafíos similares, reforzando el liderazgo de California en políticas de inclusión social.
Por otro lado, la participación activa de organizaciones comunitarias ha sido fundamental para que estos proyectos respondan realmente a las necesidades locales. La colaboración entre gobiernos y sociedad civil demuestra que la transformación urbana puede y debe nacer desde lo humano.
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