Gavin Newsom se perfila para la candidatura demócrata
La conversación sobre el futuro político de Estados Unidos gira cada vez más alrededor de un nombre que incomoda y entusiasma a la vez dentro del Partido Demócrata: Gavin Newsom. El gobernador de California ya no oculta que analiza con seriedad una posible candidatura presidencial una vez que deje el cargo en enero de 2027, cuando la ley estatal le impida reelegirse. Admitió que pensaría en la Casa Blanca después de las elecciones de 2026 y dejó una frase que marcó el tono de su ambición política al reconocer que mentiría si negara esa posibilidad.
Mientras encabeza iniciativas como la Propuesta 50, con la que advierte sobre el riesgo de no tener una elección federal libre y justa en 2028, Newsom se posiciona como uno de los críticos más visibles del regreso de Donald Trump a la presidencia. Desde esa tribuna cuestiona a su propio partido por no confrontar con más fuerza y convierte sus redes sociales en una plataforma de alcance nacional. Construye así una imagen de dirigente que combina experiencia ejecutiva con una narrativa de resistencia frente al nuevo mapa político estadounidense.
Gavin Newsom y el nuevo centro demócrata
El perfil de Newsom encaja con la tradición demócrata de figuras relativamente jóvenes que prometen desafiar el statu quo en Washington sin romper con las estructuras del poder. Se presenta como un pragmático duro de negociar más que como un ideólogo y busca un partido que vaya desde Joe Manchin hasta Zohran Mamdani, capaz de incluir sensibilidades moderadas y progresistas sin escoger un solo bando interno.
Su habilidad para dominar el lenguaje audiovisual y las plataformas digitales lo coloca en ventaja en una era donde la celebridad política pesa tanto como los años de servicio público. El gobernador aprovecha ese capital simbólico mientras reconoce que muchos lo perciben como un “liberal de San Francisco” y prepara un libro para desmontar la idea de que nació con privilegios ilimitados.
Newsom y Kamala Harris en la encrucijada de 2028
Al otro lado de esa ecuación interna aparece Kamala Harris, también californiana y acompañante de Joe Biden en la Casa Blanca durante la administración anterior. Ambos construyeron sus carreras con el apoyo de Willie Brown y durante años evitaron chocar de frente, pero empiezan a ubicarse en pistas que podrían cruzarse en las primarias de 2028. Harris ya perdió una elección presidencial frente a Trump en 2024, recorre ahora Estados Unidos para promover su libro y declara que no terminó su carrera política, lo que mantiene viva la posibilidad de un nuevo intento.
Newsom, por su parte, multiplica entrevistas en cadenas nacionales y se deja medir en encuestas que lo colocan entre los nombres con más tracción dentro del Partido Demócrata. Mientras ella decide no competir por la gubernatura en 2026 y deja abierta la puerta a otra campaña federal, él refuerza su papel como contrapeso al actual presidente y explora el terreno simbólico de un aspirante que todavía no se anuncia pero ya actúa como tal.
Cuando llegue enero de 2027, Gavin Newsom acumulará siete años al frente de California, experiencia ejecutiva que se sumará a su creciente presencia mediática en cualquier conteo serio sobre quién encabezará la próxima gran batalla presidencial demócrata en Estados Unidos.






