Lo que para algunos es un juguete de temporada, para otros es una vida en condiciones de abandono. En Tijuana, Baja California, más de 600 cachorros fueron beneficiados en noviembre con una entrega anticipada de Navidad, impulsada por la Sociedad Protectora de Animales de Tijuana A.C. y la Fundación Karen Cooper.
Ambas organizaciones no lucrativas sumaron fuerzas para organizar una jornada especial con atención médica, alimentación, donación de suministros y un ambiente festivo orientado a los animales rescatados. Esta iniciativa forma parte de un modelo de colaboración creciente entre sociedad civil y sector empresarial, cada vez más presente en comunidades fronterizas mexicanas.
Además de cobijas, alimento, juguetes y vacunas, los asistentes participaron en actividades que promovieron la adopción responsable. La meta: transformar la narrativa sobre el abandono animal, especialmente en zonas urbanas con altos índices de mascotas sin hogar.
Una tradición solidaria con enfoque comunitario
La Fundación Karen Cooper, con sede en California, ha trabajado durante años en causas binacionales. Su presencia en eventos como este, al sur de la frontera, refuerza un mensaje claro: el bienestar animal no reconoce límites geográficos. De igual manera, la Sociedad Protectora de Animales de Tijuana cumple 30 años rescatando y rehabilitando mascotas que fueron víctimas de negligencia o maltrato.
El evento no solo dio visibilidad a los cachorros rescatados, sino que mostró cómo las redes comunitarias pueden articularse para atender problemáticas sociales desde un enfoque empático y sostenible.
En México, se calcula que más de 28 millones de animales domésticos viven en la calle, y Tijuana es uno de los municipios con mayor número de reportes de abandono, de acuerdo con datos del INEGI.
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