La escena se repite en múltiples refugios de San Diego: perros de razas que antes eran casi imposibles de adoptar ahora esperan por un hogar. En el último trimestre, centros de rescate del condado han registrado un notable incremento en el ingreso de razas consideradas de “alta demanda” como golden retrievers, bulldogs franceses y labradores.
Esta tendencia, lejos de ser una casualidad, revela una combinación de factores económicos, sociales y culturales que afectan directamente a la comunidad hispana, particularmente a la mexicana, que habita esta región fronteriza.
Un reflejo del momento económico
El aumento de perros de raza en los refugios se ha vinculado con el alza en los costos de vida en San Diego, donde mantener un perro puede significar un gasto anual de entre 1,200 y 2,000 dólares. Familias que adoptaron o compraron mascotas durante la pandemia ahora enfrentan decisiones difíciles al priorizar alimentos, vivienda o salud por encima del cuidado de un animal.
De igual manera, la sobreproducción impulsada por criadores informales ha saturado el mercado, y muchas personas, tras no poder vender los cachorros, terminan entregándolos a los refugios. Esto ha generado que centros como el de Carlsbad o el de Bonita vean incrementos de hasta 36% en ingresos de razas específicas desde agosto de 2025.
Organizaciones locales han intensificado campañas de adopción con enfoque cultural. Muchas están desarrollando programas bilingües, asesoría gratuita y esterilización subsidiada, entendiendo que en la cultura mexicana los perros muchas veces son parte central de la familia.






