La ciudad de San Diego ha logrado revertir una tendencia que preocupaba a autoridades y residentes: el descontento ciudadano. Hoy, con 45% de sus habitantes satisfechos con el rumbo de la ciudad, se registra el nivel más alto desde 2016. Este avance es significativo en un contexto urbano donde la vivienda, el transporte y la seguridad siguen siendo temas prioritarios.
El informe de KPBS/SurveyUSA, publicado en noviembre, revela que la satisfacción aumentó 9 puntos porcentuales respecto al año pasado. Este repunte coincide con una mayor confianza hacia el gobierno local, encabezado por el alcalde Todd Gloria, cuya aprobación subió a 53%. Además, el 58% de los encuestados respalda sus políticas, lo cual podría influir en su eventual reelección.
Satisfacción ciudadana, clave en el desarrollo urbano
Detrás de estas cifras se encuentra una estrategia integral: mejorar los servicios básicos, impulsar programas de vivienda accesible y fomentar el civismo. El 59% de los ciudadanos cree que la ciudad está haciendo lo posible con los recursos disponibles, lo cual sugiere una conexión más empática entre el gobierno y la comunidad.
También destaca la valoración del Departamento de Policía de San Diego, con una aprobación del 64%. Este dato cobra relevancia en una ciudad fronteriza, donde los temas de seguridad y justicia impactan directamente en la calidad de vida, especialmente en las comunidades latinas.
Aunque persisten desafíos como el acceso a la vivienda y la movilidad urbana, el aumento en la satisfacción sugiere que San Diego está en proceso de construir una narrativa distinta: una ciudad más colaborativa, eficiente y receptiva.
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