Una historia se repite con frecuencia en los hospitales del condado de San Diego: hombres y mujeres mexicanos llegan con fracturas múltiples, tras caer desde el muro fronterizo. No se trata de accidentes aislados, sino de un patrón que ha encendido las alertas en la comunidad médica. En los últimos meses, se ha reportado un incremento preocupante de estos casos, en especial en el hospital UC San Diego Health, donde cada semana ingresan hasta diez pacientes por esta causa.
La frontera entre México y Estados Unidos, específicamente en la zona de San Ysidro, ha sido escenario de estos sucesos, que no solo exponen los riesgos de cruzar de forma irregular, sino también las consecuencias físicas devastadoras. Las caídas desde más de nueve metros provocan fracturas en piernas, columna y pelvis. En algunos casos, las lesiones dejan secuelas permanentes o demandan meses de recuperación.
San Diego enfrenta crisis humanitaria por migración en aumento
El perfil de los migrantes también ha cambiado. Ahora, entre los heridos se encuentran mujeres jóvenes y personas mayores, muchas de ellas motivadas por la necesidad de reunirse con familiares o escapar de situaciones de violencia en sus lugares de origen. Del mismo modo, los médicos enfatizan que no se trata solo de números, sino de vidas afectadas por decisiones desesperadas.
Mientras las autoridades fronterizas refuerzan la seguridad con muros más altos, los hospitales locales absorben las consecuencias. UC San Diego Health ha duplicado su equipo ortopédico para atender la demanda. Este panorama también evidencia un dilema ético: médicos que, sin importar el estatus migratorio, deben priorizar la atención humana.
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