Guardia Costera patrullando aguas agitadas cerca de Imperial Beach tras naufragio de migrantes.
Migrantes y mar abierto revelan riesgos que persisten en la región

Migrantes y mar abierto revelan riesgos que persisten en la región

La costa de Estados Unidos vuelve a mostrar su cara más vulnerable cuando las mareas se combinan con la búsqueda de nuevas oportunidades. En San Diego, un nuevo naufragio de migrantes recordó la fragilidad de quienes intentan llegar al país por rutas cada vez más peligrosas.

La noche del incidente, un bote de madera apareció volcado cerca de Imperial Beach. Además, equipos de emergencia encontraron a varias personas en el agua y en la arena mientras una tormenta cubría la zona con lluvias intensas y oleajes impredecibles.

Migrantes y mar: una ruta de alto riesgo

Las autoridades confirmaron que cuatro personas murieron y otras cuatro fueron hospitalizadas tras el vuelco del bote. También señalaron que algunos sobrevivientes declararon nacionalidad mexicana, mientras que otros no lograron ser identificados. Por otro lado, una persona fue entregada al Departamento de Seguridad Nacional.

De igual manera, la Guardia Costera destacó que el caso demuestra los riesgos extremos de viajar en embarcaciones inestables, especialmente durante tormentas que afectaron el sur de California.

Crisis marítima en aumento

En consecuencia, el naufragio se sumó a una lista de incidentes similares registrados en los últimos años cerca de San Diego. También crecieron los viajes por mar debido a los controles terrestres más estrictos. Además, los botes tipo panga continuaron siendo usados por redes de tráfico que operan de noche y recorren largas distancias.

La tendencia global refleja un patrón preocupante. El año pasado murieron cerca de 9,000 personas intentando cruzar fronteras, con miles más desaparecidas en rutas marítimas internacionales.

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