Una bicicleta en el asfalto, luces de patrulla parpadeando entre árboles oscuros y un silencio que deja sin palabras. Así terminó el martes en Blossom Valley, una zona rural del este de San Diego, tras la muerte de un ciclista de aproximadamente 30 años que fue atropellado por un vehículo cuando circulaba de noche por la avenida South Grade.
El conductor del automóvil, un joven de 21 años que manejaba un Hyundai Elantra, se detuvo inmediatamente después del impacto y esperó en el sitio. Según reportes oficiales de la Patrulla de Caminos de California, no se sospecha que haya conducido bajo efectos de alcohol o drogas. La víctima fue declarada muerta en el lugar, cerca de la intersección con Colina Vista.
Seguridad para el ciclista, una deuda pendiente
La zona carece de iluminación y el ciclista no llevaba reflectores ni luces visibles. Esa combinación, habitual en muchas áreas rurales de California, resulta peligrosa incluso para conductores atentos. Autoridades señalaron que la investigación sigue abierta, pero el contexto deja ver con claridad lo que ya es un patrón preocupante.
San Diego enfrenta una creciente tensión entre la promoción del ciclismo y la falta de condiciones seguras. A nivel estatal, los fallecimientos de ciclistas han ido al alza. En 2024 se registraron 133 muertes, nueve por ciento más que el año anterior, según datos del Departamento de Transporte de California.
Los residentes de Blossom Valley han pedido mejoras en las vialidades secundarias, donde la oscuridad y el tránsito compartido crean riesgos diarios.
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