Francia vive un momento histórico y tenso. Nicolas Sarkozy, quien gobernó el país entre 2007 y 2012, ingresó el martes en la prisión de La Santé, en París, para cumplir una condena de cinco años por corrupción. Es el primer expresidente francés en la historia reciente en ir a prisión.
Al salir de su domicilio, Sarkozy saludó a simpatizantes que entonaban el himno nacional y agitaban banderas tricolores. Minutos después, un convoy policial lo escoltó hasta el penal. Su abogado, Jean-Michel Darrois, calificó el día como “una vergüenza para Francia”.
Sarkozy apela mientras crece la tensión política
El exmandatario fue declarado culpable de recibir financiación ilegal del régimen libio de Muamar el Gadafi durante su campaña de 2007. Aunque apeló la sentencia, la justicia ordenó su ingreso inmediato a prisión para evitar riesgo de fuga. Las autoridades confirmaron que permanecerá en aislamiento para garantizar su seguridad.
El caso ha reavivado un profundo debate sobre la independencia judicial en Francia. Algunos jueces han recibido amenazas de muerte, y políticos conservadores calificaron el proceso como “veredicto político”. Sin embargo, el presidente Emmanuel Macron defendió la autonomía del poder judicial y recordó que “los ataques a los jueces son inaceptables”.
Sarkozy sostiene su inocencia. En redes sociales escribió que “seguirá denunciando este escándalo judicial”, comparándose incluso con Alfred Dreyfus, el capitán judío acusado injustamente de espionaje en el siglo XIX.
Francia enfrenta una crisis de confianza institucional
El exmandatario ha sido despojado de la Legión de Honor, la distinción más alta del país, y acumula otras condenas por corrupción y financiamiento irregular. Pese a ello, mantiene el respaldo de figuras políticas cercanas como Gérald Darmanin y Rachida Dati, quienes han expresado su apoyo público.
El Tribunal de Apelación de París revisará su solicitud de libertad anticipada en las próximas semanas. De acuerdo con el Ministerio de Justicia, en el 89% de los casos con penas similares, los acusados ingresan de inmediato a prisión.






