San Diego enfrenta una presión creciente sobre su mercado de alquiler, donde los precios se disparan y las familias con ingresos medios y bajos encuentran cada vez más difícil acceder a un hogar. La ciudad ha diseñado un enfoque innovador que busca conservar viviendas asequibles, comprándolas directamente y asegurando que permanezcan disponibles para quienes más las necesitan.
Estrategia de compra masiva para proteger la comunidad
El programa contempla la adquisición de edificios de alquiler a través de fondos públicos y asociaciones con organizaciones sin fines de lucro. Además, se establecen reglas para que estas propiedades se mantengan a precios accesibles durante décadas. De igual manera, se fomenta la colaboración con desarrolladores locales para renovar propiedades antiguas sin desplazar a los residentes actuales.
Los defensores del plan destacan que esta estrategia no solo preserva la vivienda asequible, sino que fortalece la cohesión social y la estabilidad económica de los vecindarios. Asimismo, se proyecta que mantener el acceso a renta justa puede atraer inversión empresarial y nuevos proyectos de vida cotidiana sostenibles.
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El plan se apoya en cifras recientes: cerca de sesenta mil hogares de San Diego enfrentan inseguridad de vivienda, y las adquisiciones podrían garantizar un alivio a miles de familias en el corto plazo.
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