El río Colorado enfrenta una nueva etapa de tensión binacional que pone en riesgo el abasto de agua potable en el norte de México, particularmente en Tijuana y otras ciudades de Baja California. Cambios recientes en la política hídrica del gobierno mexicano reconfiguraron el uso del agua y encendieron alertas entre agricultores y autoridades locales.
Durante décadas, productores agrícolas de Mexicali utilizaron sus derechos de agua del río Colorado no solo para riego, sino también para abastecer a centros urbanos en expansión. Sin embargo, las reformas impulsadas por la administración federal limitaron esos derechos exclusivamente a fines agrícolas, mientras el Estado asumió el control del resto del recurso.
Control del agua y tensión con agricultores
La nueva regulación mantiene los derechos de los agricultores, pero les prohíbe comercializar el agua para consumo urbano. Ante ese escenario, productores de Mexicali advirtieron que podrían volver a utilizar plenamente sus campos, una decisión que reduciría de forma directa el suministro de agua potable hacia Tijuana, ciudad que depende en gran medida del río Colorado.
Este posible efecto dominó preocupa a autoridades municipales y estatales, ya que la demanda hídrica de Tijuana continúa creciendo al ritmo de su desarrollo urbano e industrial.
Negociaciones estancadas por el río Colorado
Al mismo tiempo, representantes de México y de los siete estados estadounidenses que dependen del río Colorado mantienen negociaciones complejas para redefinir el uso de un recurso cada vez más escaso. Las conversaciones, marcadas por desacuerdos entre cuencas altas y bajas, reflejan la presión que ejerce el cambio climático sobre el sistema hídrico.
Mientras cada región asegura cumplir con medidas de conservación, no existe aún un acuerdo firme que garantice estabilidad a largo plazo. En ese contexto, Baja California enfrenta un escenario de vulnerabilidad hídrica que podría agravarse si no se logra una solución coordinada.
La disputa por el río Colorado expone la fragilidad del modelo actual de gestión del agua y anticipa decisiones difíciles para millones de personas a ambos lados de la frontera.






