El Río Tijuana volvió al centro del debate ambiental y político tras nuevas tensiones entre México y Estados Unidos por la contaminación que llega a playas del sur de California. Sin embargo, ambos gobiernos activaron una ruta acelerada de saneamiento que ya redefine la cooperación fronteriza en materia hídrica.
Durante los últimos meses, agencias ambientales de ambos países reforzaron acuerdos para adelantar obras clave contempladas en el Tratado de Aguas entre México y Estados Unidos. Estos proyectos buscan frenar las descargas de aguas residuales que históricamente afectan a Imperial Beach, Coronado y comunidades del South Bay en San Diego.
Además, autoridades estadounidenses confirmaron que la aceleración de infraestructura permitirá reducir hasta 50 por ciento los días de flujo transfronterizo de aguas residuales en el Río Tijuana y disminuir en 80 por ciento el volumen de descargas no tratadas hacia el océano Pacífico antes de 2027.
Río Tijuana concentra inversión histórica en infraestructura
El plan binacional incluye la modernización de plantas de tratamiento en Tijuana, nuevos colectores, estaciones de bombeo y la ampliación de la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales de South Bay. Estas acciones combinan recursos federales de ambos países y superan los 690 millones de dólares comprometidos para los próximos dos años.
Asimismo, las autoridades ambientales firmaron un memorando de entendimiento que establece 13 proyectos estratégicos para la región Tijuana–San Diego. El acuerdo marca el primer instrumento directo entre dependencias ambientales de ambos gobiernos bajo las actuales administraciones.
En consecuencia, las obras avanzan mientras continúan las negociaciones para una nueva acta internacional que ampliará compromisos de saneamiento. La Comisión Internacional de Límites y Aguas prevé formalizar ese acuerdo a finales de 2025.
La ampliación provisional de la planta de South Bay ya incrementó la capacidad de tratamiento y permitirá atender mayores volúmenes de aguas residuales, un paso técnico que impacta directamente en la calidad ambiental de la costa californiana y la salud pública regional.






