Movilidad urbana con peatones y ciclistas en una ciudad costera de Estados Unidos
San Diego debate movilidad ante una visión que reta al automóvil

San Diego debate movilidad ante una visión que reta al automóvil

La conversación sobre el futuro de San Diego en Estados Unidos recibe un impulso inesperado cuando dos voces nacionales llegan con una propuesta que desafía lo cotidiano: imaginar ciudades donde la movilidad no dependa solo del automóvil. La idea, lejos de buscar confrontación, invita a repensar cómo las personas pueden reconectar con su entorno urbano.

Los autores y creadores del pódcast “War on Cars”, Sarah Goodyear y Doug Gordon, visitan la ciudad como parte de su gira por Norteamérica. Su libro “Life After Cars” plantea que incluso regiones dominadas por el vehículo, como San Diego, pueden construir entornos más amables si amplían sus opciones de desplazamiento. Del mismo modo, su mensaje sugiere que pequeños cambios podrían mejorar la calidad de vida en las comunidades locales.

Una conversación que impulsa la movilidad desde otra mirada

La movilidad ha generado debates intensos en la región. En consecuencia, la reciente decisión de los votantes de rechazar por segunda vez una medida de transporte mostró el reto de avanzar hacia soluciones colectivas. Además, las alzas en tarifas de estacionamiento y la eliminación de requisitos de espacios para autos en zonas densas han provocado incomodidad entre residentes.

Pese al contexto, Goodyear y Gordon insisten en que caminar, pedalear o usar transporte público puede transformar el día a día. También destacan que la dependencia del automóvil impacta la salud y la convivencia, pues el tráfico prolonga distancias emocionales entre vecindarios que, en realidad, están muy cerca.

Ideas que buscan abrir caminos más humanos en la ciudad

Los autores proponen dejar atrás la idea de que ampliar carreteras resuelve la congestión. Por otro lado, sugieren que invertir en rutas seguras para bicicletas y transporte confiable puede ser más eficiente. Asimismo, consideran que acciones sencillas, como activar esquinas peligrosas o impulsar “bike buses”, fortalecen la solidaridad y el sentido de comunidad.

Mientras debaten en San Diego, una cifra reciente resalta la urgencia del tema. Solo 3.5% de los habitantes utiliza transporte público en sus trayectos diarios, mientras casi 80% depende del automóvil para llegar al trabajo. Ese contraste alimenta la pregunta sobre cómo será la movilidad del futuro en la región.

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