Representantes de organizaciones civiles, gobiernos locales, iglesias y sector privado se reunieron en San Diego para analizar soluciones sostenibles dirigidas a personas sin hogar, en un contexto marcado por recortes presupuestales y cambios en políticas federales. El encuentro se realizó durante la cuarta Conferencia Anual del Regional Task Force on Homelessness, celebrada en el Centro de Convenciones de San Diego.
El evento duplicó su asistencia respecto al año anterior y congregó a más de 1,300 participantes de al menos 165 organizaciones. Durante tres días, líderes comunitarios, proveedores de servicios, profesionales de la salud y personas con experiencia directa en situación de calle intercambiaron estrategias enfocadas en dignidad, coordinación y soluciones a largo plazo para personas sin hogar.
Modelos comunitarios para atender a personas sin hogar
Uno de los paneles centrales estuvo a cargo de Shoreline Community Services, organización que opera el centro Compass Station, un espacio de atención integral para personas sin hogar en zonas costeras. Su directora, Caryn Blanton, explicó que el modelo funciona gracias a la colaboración entre vecinos, negocios locales, autoridades y comunidades religiosas.
Blanton destacó que no existe una solución única para todas las comunidades. Cada barrio enfrenta realidades distintas, por lo que insistió en que los residentes deben participar activamente en el diseño de servicios para personas sin hogar. Además, compartió que medir el impacto, definir objetivos claros y mantener alianzas constantes ha sido clave para sostener el proyecto.
Otros panelistas abordaron cómo la cooperación entre organizaciones permite mejorar el entorno urbano, generar empleo temporal y fortalecer redes de apoyo social. Sin embargo, también advirtieron que los recortes federales a programas sociales podrían limitar la capacidad de respuesta en el corto plazo.
Pese a ese panorama, el ambiente del encuentro se mantuvo cauteloso pero esperanzador. Los asistentes coincidieron en que, mediante coordinación local y enfoque humano, San Diego puede avanzar hacia soluciones más estables y respetuosas para personas sin hogar.






