Estados Unidos vuelve a colocar a América Latina en el centro del debate internacional. El presidente Donald Trump confirmó que autorizó a la CIA a operar dentro de Venezuela con el argumento de frenar el tráfico de drogas y la migración ilegal desde el país sudamericano.
En declaraciones desde la Casa Blanca, el mandatario aseguró que la medida busca “detener los flujos de narcóticos que llegan desde el mar y también por tierra”. Aunque evitó mencionar un cambio de régimen, Trump afirmó que el gobierno de Nicolás Maduro “está sintiendo presión”. Sus palabras llegan tras una serie de ataques militares estadounidenses contra embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico en aguas cercanas a Venezuela, donde seis personas murieron la semana pasada.
Una decisión que amplía el papel de la CIA en América Latina
La autorización forma parte de una directiva secreta firmada durante el verano, que también habilita al ejército estadounidense a realizar operaciones letales contra cárteles latinoamericanos. Trump defendió la acción al señalar que las estrategias de las últimas tres décadas “han sido totalmente inefectivas” y que era momento de actuar con mano firme.
Sin embargo, varios senadores demócratas cuestionaron la legalidad de la decisión. El senador Peter Welch, de Vermont, advirtió que el Congreso “está renunciando a su responsabilidad al no ejercer supervisión”. Incluso dentro del Partido Republicano surgieron voces críticas, aunque líderes como Jim Risch, del Comité de Relaciones Exteriores, respaldaron la medida calificándola como “necesaria”.
Mientras tanto, fuentes del Pentágono confirmaron que al menos uno de los ataques recientes en el Caribe tuvo como blanco una embarcación con nacionales colombianos, lo que sugiere una expansión del operativo más allá de Venezuela. Maduro, por su parte, advirtió que podría declarar un estado de emergencia ante el riesgo de un ataque directo.