El 52 Boats Memorial volvió a reunir a residentes y veteranos en una ceremonia que reafirma la identidad naval de San Diego. El homenaje recordó a los submarinistas estadounidenses que no regresaron del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial y fortaleció el vínculo entre memoria, servicio y comunidad.
Liberty Station se convirtió en un espacio de respeto profundo, marcado por banderas al viento y la presencia de familias que honran a más de 3,500 submarinistas caídos. Cada monumento del 52 Boats Memorial conserva el nombre del submarino perdido y el de su tripulación, junto con un olmo plantado en su honor.
Legado vivo del 52 Boats Memorial
El evento destacó la larga relación entre Point Loma y la Marina estadounidense. Además, subrayó el papel de organizaciones locales que mantienen este legado con actividades cívicas.
Veteranos y líderes comunitarios compartieron relatos del origen del memorial, recordando que menos del dos por ciento de los marinos sirvió en submarinos, responsables de hundir más de la mitad de los barcos japoneses perdidos durante la guerra.
Un homenaje que trasciende generaciones
El 52 Boats Memorial también evidencia el costo humano del conflicto: cincuenta y dos submarinos desaparecieron y una de cada cinco vidas no volvió a puerto. Ese impacto sigue resonando entre quienes protegen la memoria naval de San Diego, donde cada ceremonia reafirma valores de servicio y sacrificio.
A lo largo del año, el sitio mantiene banderas y fechas conmemorativas que recuerdan el lanzamiento y la pérdida de cada embarcación, reforzando el papel del memorial como un espacio de aprendizaje y comunidad.






