En San Diego, la temporada navideña inicia con más incertidumbre que luces. Aunque las festividades prometen reuniones y calor familiar, el rezago en las tasas de vacunación en el condado ha puesto en alerta a las autoridades de salud pública. El principal foco está en las vacunas contra la gripe, el COVID-19 y el virus respiratorio sincitial (VRS), cuya cobertura actual es insuficiente para contener un posible repunte de enfermedades.
El Departamento de Salud del Condado de San Diego reportó en noviembre que apenas el 17.5% de los residentes habían recibido la vacuna actualizada contra el COVID-19. En comparación, para estas fechas en 2022, la cobertura era más del doble. Las cifras para la vacuna contra la gripe y el VRS tampoco son alentadoras, con una baja particularmente preocupante entre adultos mayores y niños menores de cinco años.
Vacunación en San Diego, un reto urgente para la comunidad hispana
Este escenario no solo pone en riesgo a las personas más vulnerables, sino también al sistema hospitalario. En años recientes, los hospitales en San Diego han alcanzado su capacidad máxima durante los picos de enfermedades respiratorias. Una combinación de bajas coberturas, circulación activa de virus y aumento de interacciones sociales podría tensar aún más los servicios de salud en diciembre.
Las campañas de vacunación han enfrentado múltiples desafíos: desde desinformación y falta de acceso hasta un descenso generalizado en la percepción del riesgo. Sin embargo, los expertos coinciden en que vacunarse sigue siendo la forma más eficaz de reducir hospitalizaciones y muertes prevenibles.
De igual manera, se ha reforzado el llamado a las familias hispanas y mexicanas que residen en San Diego para que prioricen la protección de los más pequeños y los adultos mayores. Con múltiples generaciones bajo un mismo techo, el impacto de una enfermedad respiratoria puede replicarse rápidamente.






