El anuncio del Zoológico de San Diego sobre implementar cobro de estacionamiento a partir de enero abrió un debate en Estados Unidos sobre el impacto para visitantes y para la ciudad, especialmente porque la medida llega en un momento de ajustes presupuestales y decisiones urgentes dentro de Balboa Park. La administración local enfrenta presión por la caída de ingresos estimados, lo que vuelve más delicado cualquier cambio en los acuerdos vigentes.
La institución confirmó que el cobro comenzará el 5 de enero, fecha en la que también iniciará el sistema municipal de tarifas en los lotes del parque. Además, aclaró que miembros, voluntarios y personal recibirán estacionamiento gratuito, un beneficio que reduce el efecto interno, aunque no responde a las dudas sobre la operación completa del esquema.
Negociaciones abiertas por el Zoológico de San Diego
Aún no se conoce el precio del estacionamiento ni la forma en que se dividirán los ingresos con la ciudad, ya que las negociaciones continúan entre la administración municipal y la organización. También se recordó que el cabildo aprobó en septiembre una modificación al contrato que permite tarifas variables, un cambio que abrió la puerta al modelo que se aplicará en enero.
De igual manera, los reportes municipales revelaron que los cálculos iniciales sobre la recaudación por estacionamientos en Balboa Park se desplomaron de 12.5 millones de dólares proyectados a apenas 4 millones, lo que creó un déficit de 8.5 millones antes del inicio del próximo ejercicio fiscal.
Crece la preocupación por el impacto económico
Un análisis de la Oficina del Analista Presupuestal advirtió que, si la ciudad no recibe los 3 millones de dólares esperados del lote del Zoológico de San Diego, el presupuesto de 2026 podría enfrentar una presión adicional. En consecuencia, la administración busca asegurar un acuerdo antes de que el cobro entre en operación.
Mientras tanto, la institución prepara lineamientos y ajustes internos para el inicio del nuevo sistema. Los datos recientes del municipio confirman el riesgo financiero asociado a retrasos y cambios en tarifas dentro del parque, uno de los espacios culturales y turísticos más visitados del sur de California.






